Es la elección presidencial más cerrada que se recuerde en Ecuador, pero el conteo de los votos tiene el aval de la Organización de Estados Americanos, que envió en enero una nutrida Misión de Observadores para seguir de manera minuciosa todos los pasos del proceso.
Los representantes de la OEA vigilan el escrutinio de la elección presidencial del 7 de febrero, en la que el derechista Guillermo Lasso y el líder indígena Yaku Pérez figuraban desde el principio con un empate técnico por el segundo lugar.
Los observadores participaron en las reuniones que el pleno del Consejo Nacional Electoral mantuvo esta semana con ambos candidatos para explicar los procedimientos que se producen en la delegación electoral de la provincia de Guayas, donde se cuentan las últimas papeletas. El escrutinio se realiza desde el domingo bajo la atenta mirada de miembros de las agrupaciones políticas, la prensa y los enviados por la OEA.
Los resultados en la contienda presidencial obligan a que se produzca una segunda vuelta electoral convocada para el 11 de abril. Lasso se perfila como el más opcionado para llegar al balotaje, pero Pérez pidió este jueves que se haga un recuento “voto a voto”. Lasso había anticipado que no se iba a oponer a una eventual solicitud en ese sentido siempre y cuando el CNE lo considere necesario.
Lasso o Pérez deberán enfrentar en abril a Andrés Arauz, protegido del expresidente Rafael Correa, quien vive prófugo en Bélgica por una sentencia de cohecho y otra sentencia pendiente por el secuestro de un exasambleísta. Arauz había dicho que aspiraba ganar la elección en la primera vuelta, pero su votación, si bien fue la más alta, supone un creciente rechazo al populismo correísta.
La OEA envió un nutrido grupo de expertos de 13 países, encabezado por la exvicepresidenta de Panamá, Isabel de Saint Malo. La Misión de Observadores arribó el 13 de enero y concentró su labor en las cinco provincias más pobladas del país: Guayas, Pichincha, Manabí, Azuay y Los Ríos.
Es la primera vez en la historia moderna que existe una disputa tan cerrada, con unos pocos miles de votos de diferencia. Los ojos de los expertos de la OEA acompañaron el proceso en todo momento y decidieron extender su estadía en el país hasta que el Consejo Nacional Electoral determine formalmente un ganador, con o sin recuento. Los observadores debían regresar inicialmente el domingo 14.
Los ecuatorianos también eligieron 137 miembros de la Asamblea Nacional y 5 parlamentarios andinos.